¿Por qué nos recomiendan proteger los ojos frente al coronavirus?
Una de la recomendaciones que más se ha repetido durante estas semanas de confinamiento, junto con lavarnos las manos frecuentemente, es la de proteger nuestros ojos.
Sabemos que a través de las gotitas de saliva al toser, estornudar o incluso hablar hacen que el coronavirus se propague con mayor rapidez. Pero ¿podemos contagiarnos a través de los ojos?
Cómo se produce el contagio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que la principal forma de transmisión de COVID-19 es debido a las gotitas que las personas portadoras del virus expectoran al toser o al hablar. Esas pequeñas secreciones pueden permanecer flotando en el aire o depositarse en superficies durante un tiempo determinado.
Si una persona inspira o toca la superficie donde el virus aún está activo y se toca a continuación los ojos, la boca o la nariz, se puede producir el contagio.
Los ojos, al igual que el interior de la nariz y la boca, están cubiertos por una mucosa, que al ser una fina capa húmeda, actúa como una gran puerta de entrada para el 80% de las infecciones que tendremos a lo largo de la nuestra vida.
Normalmente, la infección activa en nuestro cuerpo un proceso defensivo para eliminar el virus, produciéndose así una respuesta inmunológica automática y evitando prácticamente en la mayoría de las ocasiones la infección. Solo en ocasiones excepcionales, ante una situación de bajas defensas o ante una fuerte invasión del virus en la mucosa, la infección logra pasar al organismo y se desarrolla la enfermedad.
Es por esto, que al igual que protegemos nuestra boca y manos, es importante que protejamos también nuestros ojos, para poder retrasar la propagación de virus como el actual COVID-19.
Consejos para proteger nuestros ojos
El método más efectivo para protegerse del coronavirus es el lavado frecuente de manos con agua y jabón, o mediante el uso de gel hidroalcohólico ( de al menos un 60 % de contenido de alcohol). Pero podemos mejorar la protección de nuestros ojos con algunas de estas medidas:
- No frotarnos ni tocarnos los ojos ni la cara sin habernos lavado y/o desinfectado antes las manos.
- Si tosemos o estornudamos, hacerlo en un pañuelo desechable o cubriéndonos la cara con el pliegue del brazo.
- Usar gafas y prescindir o reducir el uso de lentes de contacto si es posible. Evitaremos así las molestias o picores que a veces causan las lentillas y hacen tocarnos los ojos más de lo normal.
- Limpiar la montura de nuestras gafas. Los usuarios de gafas estamos acostumbrados a limpiar las lentes con regularidad pero ahora también es necesario limpiar la gafa al completo con agua y jabón y secarla con un pañuelo desechable.
- Utilizar gafas graduadas o de sol puede actuar como barrera de protección. Las personas más expuestas o sensibles a la infección del virus pueden utilizar gafas de protección o pantallas protectoras.
- Reducir el tiempo que pasamos frente a pantallas digitales. Uno de los síntomas de la fatiga ocular es el picor de ojos, lo que provoca que los frotemos más con las manos.
Si quieres saber más sobre cómo cuidar tus ojos durante el confinamiento puedes leer nuestro artículo sobre ello aquí