Ojo vago o ambliopía: Qué es, causas, síntomas y tratamientos
Es la pérdida de la capacidad para ver claramente a través de un ojo. También se le llama "ojo vago". Es la causa más común de problemas de visión en los niños. En este artículo conoceremos más sobre esta patología, aprenderemos:
- ¿Qué es el ojo vago?
- Síntomas
- Causas
- Tratamiento
- Medidas preventivas
Ojo vago: Causas, síntomas y tratamiento
El ojo vago o ambliopía se da cuando, sin haber alteración alguna en las estructuras del ojo, existe una disminución de la agudeza visual debido a diferentes causas. La agudeza visual del ojo que se considera ambliope o vago no llega al 100% ni utilizando la mejor corrección y sin que se detecte alguna enfermedad que pueda ocasionar este problema.
Causas del ojo vago
Se produce como consecuencia de falta de estimulación visual adecuada durante el período crítico de desarrollo visual, lo que afecta al sistema neuronal encargado de la visión. Está presente en un 3-4% de la población.
Las causas de la ambiopía pueden ser:
- Estrabismo: es la causa más común. Cuando un ojo dirige la mirada hacia un punto, el otro se desvía en otra dirección diferente. El usuario estrábico puede sufrir una disminución de la percepción de profundidad y de la visión en tres dimensiones.
- Ametropía: la ambliopía es más frecuente en hipermetropías altas (más de +4.00 dioptrías) y astigmatismo de más de 3,00 dioptrías.
- Anisometría: esta es otra causa muy común para que se dé la ambliopía y es cuando la graduación de un ojo es muy diferente en comparación con la del otro. Si no se corrige adecuadamente con gafas, se producirá ambliopía del ojo que presenta la mayor ametropía, ya que el cerebro preferirá el ojo sano.
- Cataratas congénitas: en las primeras semanas de vida es importante la estimulación visual, la distorsión en la visión de la catarata congénita, podría provocar problemas posteriores como el ojo vago.
Síntomas del ojo vago
No es fácil diagnosticar la ambliopía, patología que se da comúnmente en niños y por esto resulta tan complicado. Un niño no es consciente del problema, de que tiene un ojo más fuerte y otro más “débil”. A no ser que tenga el ojo desviado hacia fuera o hacia dentro y se note visiblemente el problema, costará identificar la ambliopía. Los síntomas que se dan son:
- Mala visión en un ojo o visión deficiente en general
- Entrecerrar o guiñar los ojos, inclinar la cabeza o cerrar un ojo para ver mejor
- Desviación de un ojo
- Dolores frecuentes de cabeza
Es importante empezar a tratar la ambliopía a tiempo con la corrección adecuada para que el sistema visual no desarrolle un defecto visual permanente y grave.
Tratamiento y prevención del ojo vago
Si existe una ambliopía por ametropía, se recomiendan lentes para corregir los errores de enfoque. Si las gafas no mejoran la visión del niño, se establece un tratamiento con parches, que por lo general dura semanas o meses. Cuando se cubre el ojo más fuerte con un parche, se empieza a utilizar el ojo débil. Incluso después de que la ambliopía haya desaparecido, es posible que sea necesario continuar usando el parche durante algunos espacios de tiempo para mantener la mejoría.
Si el oftalmólogo encuentra un problema de cataratas o de otro tipo en el ojo que está causando el problema visual, una cirugía puede ser necesaria para corregir el problema que está causando la ambliopía.
Corregir el ojo vago en adultos es prácticamente imposible o muy complicado, se debe actuar durante la infancia cuando el sistema visual todavía no está completamente desarrollado, el desarrollo es aproximadamente a los 8 años.
La principal medida de prevención para evitar la ambliopía es la realización de las revisiones oftalmológicas recomendadas para un diagnóstico precoz. La mayoría de veces, al ver bien por uno de los dos ojos, el niño se desenvuelve con total normalidad y el ojo vago no se diagnostica hasta que no acude a una revisión rutinaria.
El oftalmólogo puede realizar la exploración para descartar este defecto a cualquier edad, existe una gran variedad de pruebas posibles para cada caso, aunque el niño sea muy pequeño y no colabore.
Además, los padres y profesores deben permanecer atentos a cualquier comportamiento visual anómalo en el niño (no identifica los objetos a distancias largas, se acerca mucho los objetos a la cara o desvía uno o los dos ojos).
Por último, el tratamiento del ojo vago es sencillo y muy eficaz, pero es necesario seguirlo a rajatabla (especialmente si se realiza a través de oclusiones con parches) y los padres deben entender muy bien cuál es el problema y sus posibles consecuencias.