El lado divertido de usar gafas
Usar gafas conlleva una serie de experiencias únicas y divertidas que solo aquellos que las usamos podemos comprender. Desde situaciones cómicas hasta enfrentarnos a desafíos solo posibles para valientes, tenemos una vida llena de anécdotas divertidas. ¿Quieres sentirte identificado y decir, al menos, “el que no se consuela es porque no quiere”?
- Las gafas y su juego favorito: el escondite
¿Cuántas veces has encontrado tus gafas en lugares realmente difíciles? Desde un clásico: tenerlas sobre la cabeza mientras las buscas, hasta encontrarlas en el frigorífico, los que usamos gafas sabemos cómo ingeniárnoslas para encontrarlas y no desesperarnos. ¡Es como si tuvieran ganas de jugar al escondite! O de vernos las caras al recorrer mentalmente, una y otra vez qué hemos hecho con ellas antes de perderlas.
- Los malabarismos: el circo en versión beginner
Cuando entras en un lugar cargado después de estar al aire libre en un día frío, tus gafas inmediatamente se empañan, no hay otra. Aquí es cuando comienzan los malabarismos dignos de circo: intentas ajustar tus gafas sin tocar las lentes, te las quitas para limpiarlas, o incluso las colocas estratégicamente en la punta de tu nariz mientras soplas suavemente para deshacerte del empañamiento (todos lo hemos hecho).
- El deporte: ser bichos raros
Si practicas deporte, conoces el dilema de elegir entre la visión clara y la comodidad. ¿Eres de aquellos a los que se les empañan durante una carrera, se les deslizan mientras juegan al baloncesto o a otro deporte o simplemente te preocupas porque se caigan? Welcome!
- Las marcas de sol: dejar claro que hemos ido a la playa
Cuando pasas mucho tiempo bajo el sol usando tus gafas, puedes terminar con un bronceado poco común: las marcas de sol alrededor de tus ojos. Mientras que el resto de tu rostro luce bronceado, tus ojos parecen haberse escapado a otro sitio de vacaciones.
- La transformación instantánea, digna de tv:
Para aquellos que usan gafas solo ocasionalmente, ponerse un par de gafas puede provocar una transformación instantánea, más allá de un cambio de imagen. Es como si las gafas te dieran un nivel alto de sabiduría o seriedad. Puedes pasar de parecer una persona normal a un "intelectual" en cuestión de segundos. A veces pasa, a veces nos quedamos con la misma expresión.
¿Estamos de acuerdo que si no fuera porque sin ellas no podríamos hacer nada o al menos cómo queremos, no sería un must? Aunque también si lo pensamos, ¡mejor las penas acompañadas con otros gaferos que les pase lo mismo y, por qué no, ¡unas risas compartidas!